martes, febrero 16, 2010

AFTERMARKET

narciso de segunda mano, o después de mercado, o después de vendido
[Video inicial]
Vemos en primer plano, un pan sobre una mesa sencilla, algo desvencijada; aparecen en cuadro unas manos masculinas que toman el pan y lo rebana con un cuchillo en dos partes iguales y dejando los trozos ahí mismo. Otras manos masculinas entran a cuadro poniendo tazas vacías y sirve té en ellas, con una tetera de latón blanco.
La cámara se aleja de a poco mostrando un lugar simple, austero, despojado. El plano se termina de abrir y vemos a un hombre adulto y a un hombre joven sentados frente a frente; Ambos hombres están elegantemente vestidos de blanco, beben té y comen el pan, en silencio.
Silencio

[La proyección se funde con la presencia en vivo de los dos performer en escena]
Anciano:
[Abre un libro que lleva en sus manos y lee en voz alta un texto. Esta vestido de blanco como los otros hombres y sentado en una silla de ruedas]

“...Volvía a llover. Abrí el paraguas y decidí volver a casa. Pedí el consejo de dos jóvenes amigos, guarecidos en el vano de una puerta... De moneda ninguna necesidad. No precisan comprar nada...”

Este es el Relato Geométrico, de Sandro Penna.

[Lee el cuento completo, cierra el libro y mira el vacio, como si recordara algo. Silencio]

Joven:
Vamos… recuéstate en el piso, deja que tu piel sienta la madera, huele lo que queda del árbol que ahora te sostiene… respira profundo… deja que me siente sobre tu vientre, sobre tu sexo…quiero ver tu pecho expandirse con el aire, con el aire que sale de mis pulmones; quiero ver las canas que ya inundan tu torso y vientre, tan distinto al mío… mi cuerpo aun es joven, el pelo en mi pecho es más fuerte y oscuro que el tuyo… aun quiero ser un niño, me cuesta ser este hombre joven que no sabe que hacer con su amigo… te miro… deja que te devuelva las caricias que me has dado… nunca había estado así con otro hombre… es extraño, es como verme a mí mismo en otro que no soy yo

Hombre:
Vamos… recuéstate a mi lado, en el piso,…, deja que tu piel me sienta, huele el cuerpo que ahora te sostiene… respira profundo… ven, siéntate sobre mi vientre, sobre mi sexo…quiero ver tu pecho expandirse con el aire, con el aire que sale de mis pulmones; quiero ver tu torso y vientre, tan distinto al mío… el pelo de tu pecho es más fuerte y oscuro que el mío, que ya tiene manchones blancos… aun quiero ser joven, me cuesta ser este hombre que no sabe como sostener a su amigo… te miro… deja que te devuelva las caricias que me has dado… nunca había estado así contigo… es extraño, es como verme a mí mismo en otro que no soy

Anciano:
Vamos… recuéstense en el piso, dejen que sus cuerpos sientan la rugosidad y aspereza de la madera (de mis manos), huelan lo que queda de la vida del árbol que alimenta sus ansiedades… respiren profundamente… siéntense sobres sus vientres, sobre sus sexos…quiero ver sus pecho expandirse al unísono con el aire, con el aire que sale de mis pulmones cansados; quiero ver las canas , y el vello oscuro, los vientres abultados y lisos, los sexos duros y complacientes, los cuerpos extasiados que ya no puedo tener y por los que solo puedo pagar… aun quiero ser un niño o un joven o un adulto… me cuesta ser este hombre anciano que no supo qué hacer con su vida… los miro… me miro… dejen que les de las caricias que me he dado… nunca había estado así con otros hombres, así de necesitado… es extraño, es verme finalmente a mí mismo en otro que no soy yo


Texto en proceso.
Raul Miranda
minimale