lunes, octubre 22, 2007

A PROPOSITO DEL FESTIVAL DE TEATRO VICTOR JARA


1 Comentario muy General
Tal como se dijo en la ceremonia/mesa-redonda de premiación del "Festival Teatral Víctor Jara" versión 2007, del cual fui jurado, la muestra resulto de bajo nivel, no solo con respecto a otras versiones que he tenido oportunidad de presenciar, si no que también con las expectativas positivas o negativas que se puedan tener, con respecto al desempeño y calidad de los alumnos del Departamento de Teatro de la U. de Chile.
Si bien esta crítica se hizo de manera general, no implica que la obra que resulto ganadora haya recibido los premios por descarte, pues resultaba evidente, la diferencia de calidad entre el montaje ganador y las otras dos obras, ya sea como texto dramático o en la coherencia del discurso visual (dirección/actuación/espacio) y político (opinión contingente en torno a la "realidad").
Ahora, he de reconocer que no sé cual habría sido el resultado del jurado, de haber estado en competencia los dos textos que fueron presentados como "lecturas dramatizadas", los que resultaron ser semi-montajes de excelente calidad. Es por esto que debo manifestar mi desacuerdo con la selección de textos que hizo el jurado de dramaturgia.
Creo que la producción de textos-discursos corresponde a la manifestación de un "yo narrativo o biográfico" supeditado a los condicionamientos sociales del autor. Y es precisamente por esta idea, que pienso que muestras teatrales como este Festival sirven para vislumbrar los tópicos que pueden estar latentes en la actualidad. Por lo cual no logro entender el que se haya descartado la contingencia temática de "Portales" (las barreras socio-económicas y raciales que persisten en Chile), de Diego Ruiz y de "La Torre de Hipócrates" (la impunidad instalada en la complacencia de la democracia), de Carolina Pizarro. Ambos textos, junto con la obra ganadora, me resultaron profundamente políticos, entendiendo por política a un cuestionamiento a los mecanismos de "representación de la realidad".

Es por esta observación que planteo las siguientes dudas:

¿La calidad de un texto dramático se mide por su correspondencia con estructuras establecidas de escritura o por su discurso (lo que se dice y como se dice)?

¿Un texto dramático es solo literatura o es la base de un texto espectacular?

¿Prima la norma por sobre lo político?

Estas preguntas, son unas de tantas que se pueden plantear a la sombra del Festival. Preguntas que deberían ser contestadas o reformuladas por los mismos generadores del encuentro, es decir, por los alumnos de esta escuela, para que esta demanda creativa no sea solo una competencia escolar, sino que, una REFLEXIÓN en torno al quehacer teatral en un contexto sociocultural abierto.
El teatro, si solo habla y se piensa desde el teatro se anula. El teatro es una manifestación permeable a las mutaciones culturales. Es un practica modificable pero aun no pierde su origen ritual tradicional, la de construir REALIDAD.
La permanencia de instancias de creación al interior de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, es fundamental para su existencia, pues permite continuar una tradición republicana, en un país cada vez mas falto de tradiciones, y la generación de pensamiento critico, en un país cada vez mas falto de autocrítica. El Teatro debe ser opinante y político, el teatro generado por La Chile ha sido opinante y político, aun en los años tristes, y depende principalmente de sus alumnos que esto siga siendo así.

A continuación, entregare brevemente las observaciones que apunte de cada uno de los montajes en competencia, absteniéndome de entregar la calificación requerida al jurado, por considerarla innecesaria.

KAREN, UNA OBRA SOBRE LA GORDURA
Dramaturgia y dirección: Juan Andrés Rivera
Diseño Integral: Felipe Olivares y Victoria Álvarez.

El montaje de este texto resulto ser un trabajo coherente y profundamente irónico, en donde las tensiones expuestas en el espacio escénico, logran deslimitar la práctica teatral instalándose como una puesta Transmedial.
Puntualmente la propuesta escenografia logra ser un correlato espacial del texto dramático, instalándose como un sarcástico discurso crítico acerca de los condicionamientos tardocapitalistas que nos definen física, intelectual, emocional y socialmente.
El corte diagonal que se hace en la Sala Sergio Aguirre, rompe con la frontalidad tradicional de un montaje teatral, imponiendo una tensión y extrañamiento desde la entrada a la sala. Así como, la decisión de haber intervenido el espacio del espectador sacando las butacas para apilarlas en el escenario, introduciendo el cotidiano la obra y forzando al público a ser parte de la puesta misma.
El feísmo explicito de la puesta (factura) y el ácido humor del texto, subrayan permanentemente la ficción de la "representación", distanciando al publico/actor de las trampas de la convención teatral, centrado el eje discursivo en la hiperrealidad televisiva como síntoma del modelo económico dominante. Aquí, tanto la morbidez de las tres mujeres (personificaciones muy bien logradas), como la omnipresencia del televisor encendido, son anomalías de la realidad telemediada que define nuestro cotidiano.
Tanto el texto, como las propuestas de dirección y diseño, me remiten al lenguaje del movimiento TRASH, cuya mayor representante es la coreógrafa argentina Constanza Macras, quien junto a su compañía de danza teatro DORKYPARK a desarrollado en Berlín (Alemania) un trabajo escénico transmedial que anula los supuestos limites entre la alta cultura y el pop. Se sugiere el indagar sobre estas propuestas contemporáneas, así como, el que se eliminen los localismos universitarios (alusiones puntuales) y se modere la especificidad verbalizada de los mecanismos de construcción teatral, pues hacen que la obra se acerque al subgénero de "Teatro para actores" perdiendo amplitud de lectura.

IN NOMINE PATRIS
Dramaturgia: Víctor Ibarra
Dirección: Enzo Datolli
Diseño Integral: Natalia Muñoz y Claudia Wilson

El trabajo de diseño en la obra IN NOMINE PATRIS, presenta una serie de errores técnicos (paneles con mal sujeción) y conceptuales (distribución espacial) impresentables en el contexto de este u otro festival.
Si bien podemos deducir, que la deficiente distribución espacial del montaje se debe a decisiones de Dirección (como la permanente, innecesaria e injustificada ruptura de los límites del espacio escénico y público) la fragmentada y estereotipada visualidad que se ofrece al espectador, no agrega capas de lecturas a la puesta, pues solo fuerza una unilateral lectura del texto.
Es así como, la espacialidad fragmentaria e inorgánica de este trabajo, se corresponde con una Dirección rudimentaria y con el desconocimiento de mecanismos básicos de la estructura de un texto espectacular. Claramente, la intención estética de la propuesta visual, fracasa al momento de instalarse como un correlato del montaje, pues la utilización como espacio escénico de toda la sala Sergio Aguirre, manteniendo la frontalidad de la puesta, no aporta en nada. Es mas, solo ensucia la errática Dirección. Puntualmente, si se realiza una escena fuera de campo (visión del espectador), es para que el espectador no la vea y tal vez pueda acceder a ella con otros mecanismos o intenciones, en el caso de "In nomini Patris" no queda clara la motivación de esto.

Montaje disperso y estereotipado acerca de la inefable ausencia del padre.

H.O.Y ASESINO
Dramaturgia y dirección: Carlos Olivares
Diseño Integral: Cristina Collao

La puesta de "ASESINO" lamentablemente deriva en la sobreabundancia de signos que no salen de un marco decorativo banal.
La gran visualidad de la obra, que en un primer momento sorprende, termina a fuerza de un preciosismo decorativo, por ahogar el supuesto enfoque de la dirección y anula el trabajo de los actores.
Si bien, el detalle en la factura de los elementos de diseño es destacable en su perfección, este trabajo esta mal enfocado como diseño teatral, pues no se articula como correlato espacial del texto, ni se sostiene a lo largo de la puesta, ya que la efectista y estetizada imagen que se ofrece al espectador, no agrega capas de lecturas al montaje, pues solo fuerza una lectura unilateral del texto que no logra instalarse dentro de ningún código de seducción escénica.

Montaje efectista y pretencioso acerca de la inefable ausencia del padre.

Es curioso ver que la pobreza espacial de "In nomini Patris" y la sobreabundancia de "Asesino", lograr el mismo efecto de anularse como diseño (pensamiento aplicado) y de evidenciar unas deficientes direcciones, que pretendieron acercase al pastiche posmoderno.


Raúl Miranda

lunes, octubre 08, 2007

HANDICAM

PRONTO:
Un concierto hiperreal para piano

Foto Americo Tapia

Noviembre en M100


HANDICAM se basa en la multiplicidad de significación paralela instalada mediante la hiperrealidad en escena, al mismo tiempo que establece una crítica a la verosimilitud telemediada. Para esto, la obra se debe montar en un escenario dividido en dos SETS. Estos SETS deben estar separados entre sí. El público puede estar en uno u otro, nunca ver ambos a la vez. Esto puede ser realizando la obra en dos salas o, simplemente, poniendo los SETS de espaldas y el público frente a ellos, separando ambos SETS con una pared.
En el SET UNO, los personajes del SET DOS serán proyectados simultáneamente mientras actúan, en diversas pantallas. De la misma manera, los actores del SET UNO serán proyectados en las pantallas del SET DOS. Dos camarógrafos serán los encargados de mostrar a los actores en las pantallas, siempre en vivo, mediante handicams.
El público, al entrar, opta el set que verá, es decir, opta por un plano de realidad.

Eduardo Pavez