Vi una obra que me remeció. Pero no fue por su propuesta estética o discurso teórico, sino por la desproporción del ego escenificado. Vi un montaje que me hizo reflexionar sobre el rol y presencia del “Director” en una puesta, al interior de “su” puesta.
¿Hasta qué punto, el hecho de optar por la dirección de un texto dramático, o el espectacular resultante, puede evidenciar la necesidad de poder o estructura de quien dirige?
¿Es el director una suerte de entelequia que encarna la verdad absoluta del juicio a lo real?
¿Si bien nuestra existencia como entes sociales, se sustenta en la construcción y condicionamiento del ego, puede uno como creador, pasar por sobre las necesidades del otro? ¿Se puede convertir al otro en una extensión de uno mismo?
Estas son algunas de la infinidad de preguntas que a nivel ético me he planteado estos días. Y es así, porque al presenciar esta obra, no pude entrar en el juego propuesto, pues me encontré con un espejo gigantesco de mi propio ego….y me sentí fatal. Durante esas horas de teatro, no puede sino horrorizarme ante el espectáculo memetico de la entronización del DIRECTOR como AUTOR, como ese DIOS PADRE, en una estructura que la razón me enseño a despreciar, y que he sido incapaz de reconocer en mi.
Llevo varios años escuchando de una a otra de las múltiples trincheras que conformar el actual panorama del teatro chileno, acusaciones de actitudes o discursos Fascistas. Lo cierto es que nuestra sociedad es Fascista y en el teatro se manifiesta como en cualquier lugar,…, solo sabemos reconocernos y relacionarnos a través del poder, su ejercicio y su abuso.
Es por esto, que revisando mi actuar en el pasado como director de la MINIMALE y como diseñador de múltiples montajes, doy públicamente mis disculpas a todos aquellos que se han sentido pasados a llevar por “mi verdad”, por “mi necesidad de reconocimiento”, por “mi desbordado ego”… pues no era capaz de ver ese mecanismo...ay!...
Lo siento.
Raúl
Raúl
El escribir esto es un acto egótico, pero me resulta mas egótico callar la pena que me causa el error.