jueves, diciembre 04, 2008

DOMUS en DICIEMBRE

DOMUS AUREA DOMUS DEI DOMUS JANAS

...es sobre la ausencia, sobre el abandono, sobre la incapacidad de ver más allá de los límites del ego. Es un proceso que evidencia sin pudor el ego del actor, el ego del autor y la mala conciencia del espectador.
Ha sido una construcción simbólica del viaje del Loco en los 5 primeros arcanos del Tarot, en la ausencia de dicho principios. El hombre en sociedad.

1, El mago, está en la encrucijada del inicio de una vida que no quiere.
2, La sacerdotisa, tiene el conocimiento pero esta imposibilitada para la acción.
3, La emperatriz, es la vida que se desea estéril.
4, El emperador, es la estructura que no se sustenta a si misma.
5, El pontífice, es la verdad descarnada teñida de hipocresía.

DOMUS es la mira del deseo en todas sus posibilidades, en toda su ausencia. Un ejercicio que en su desarrollo, ha mostrado a través de la dificultad la ceguera del otro.

Esto NO ES TEATRO…es ARTE…aquí no hay espacio para la actuación, aquí no hay espacio para la mentira del realismo…esto es TEXTO…EL VIAJE DEL VERBO sobre la superficie vacía del ego.

Es la DESTERRITORIALIZACION del TEATRO.

Ha sido la desterritorialización de MINIMALE.

Metro Estación Pedro de Valdivia
"Domus áurea":
Extrema deconstrucción
Pedro Labra H.
Aunque está en la cartelera teatral, tiene un texto y un elenco de rostros conocidos y se despliega con algunos recursos propios de una puesta en escena, "Domus áurea" no califica en rigor como teatro, ni siquiera como un trabajo de experimentación en la vanguardia escénica. El último proyecto del grabador y diseñador teatral Raúl Miranda se ubica mejor como una instalación espacial que, demoliendo la idea de representación, explora en términos de extremada aridez conceptual en el campo más acotado de la plástica y la teoría posmoderna.
Pensada como secuela de su anterior título, "Desafección" (2006), Miranda insiste en el tema del hombre como objeto de consumo, y la hegemonía de la tecnología y la imagen en la sociedad actual, mediante el entrecruce de cinco monólogos -cuatro en vivo, uno filmado- y las imágenes en un monitor y dos pantallas, la mayor de ellas la pared de una carpa o casa al centro del espacio. Los "personajes" son en realidad meros hablantes que exponen rasgos de una identidad posible, y las proyecciones contemplan a veces letreros con citas.
En esta misma línea, el belga Jan Favre nos ha revelado en sus dos visitas aquí dentro del Festival Stgo. a Mil que la intertextualidad transmedial es capaz de generar propuestas extraordinariamente estimulantes y en un sentido teatral. El problema con Miranda es que los materiales que yuxtapone permanecen siempre disociados, ya que efectúa una deconstrucción a ultranza de los medios representativos, y también porque en el proceso hubo quizás demasiado intelectualismo e ideas, y nada de intuición.
Así, el espectador desprevenido puede emerger de la sesuda experiencia en estado de total perplejidad, más de alguno pensando que asistió a algo por completo hermético, gratuito, incluso esnob.

Museo de Bellas Artes, Salón J. M. Blanco. De viernes a domingo, a las 20:00 horas. General $ 5.000, estudiantes y 3ª edad $ 3.000.


ESTA ES LA MEJOR CRITICA QUE LABRA PUDO HACERNOS....DEJAR EN CLARO QUE DOMUS NO ES TEATRO, QUE ES TEXTO, QUE ES UN EJERCICIO RACIONAL Y QUE VA EN LA LINEA DE FABRE...(para mi, en particular esto es esplendido,mas aun cuando el mismo Fabre quiere que le dirija un texto)..que Labra haya tenido que recurrir a calificativos como intelectualismo, hermetismo, disociación, gratuidad o decir que la casa es una carpa, después de titular su comentario como EXTREMA DECONSTRUCCION, es su derrota ante la obra, le salio el tiro por la culata....conclusion, él hizo su critica, no lo pude impedir; Domus es un GRAN TRABAJO; MINIMALE es ARTE y a mi me deja en el registro de FABRE.

ESTUPENDO, ESPLENDIDO, EXCELENTE, MAGNIFICO....JAJAJAJAJAJA!

R.M

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé mucho sobre teatro, ni me importan las definición de lo que es o no es teatro. ¿Acaso no es algo que cambia y evoluciona, como todo el arte? Sólo sé lo que me gusta, me produce una emoción y se queda dando vueltas en mi cabeza. Y Domus Aurea me gustó, emocional, intelectual y esteticamente. Visualmente era impecable, y eso, a mi al menos, me produce una emoción.... no puedo evitarlo, me gusta la belleza. Aunque se dijera en la obra que ahí no habría belleza, si la había, y mucha, en la imagen y en el texto. También había afecto por esos personajes solitarios, todos juntos en un mismo espacio, pero todos solos, fuera de LA CASA, fuera de... ¿Dios?
No creo haber asistido a algo hermético, para nada gratuito y lo de esnob...¿qué significa eso?
Tampoco creo que sea un ejercicio puramente racional, para mi al menos, tu racionalida Raúl, ha sido siempre.... muy intuitiva.

minimale dijo...

Es el comentario mas dulce y acertado que me han hecho.
Gracias AMIGA.

sinseso dijo...

quiero verla!!!

minimale dijo...

Hay que ser muy cobarde para dejar un comentario anónimo.
En el anonimato siempre hay mala intensión, miseria y ENVIDIA.

Unknown dijo...

Ya está, hace más de un mes que le estoy debiendo estos comentarios a mi amigo Paxeco, a estas alturas ya resultan algo extemporáneos y rancios, pero como dicen por ahí, más vale tarde que nunca.
Por cierto, debo reconocer que antes de ver esta obra no tenía ni la más remota idea de que "Domus Aurea" era el nombre del castillo que mandó a construir Nerón después del incendio de Roma. Definitivamente nunca se deja de aprender.
Pero manos a la obra (literalmente). En general la obra me gustó, me pareció entretenida e ingeniosa y tocando temas fuertes y siempre vigentes.
En cuanto al elenco:
"2" es a mi juicio el papel que impone las mayores exigencias dramáticas de la obra, y Maite Lanchares las sortea con talento y habilidad.
Diego Ruiz es un talento joven, por lo que se le ha de mirar con mayor benevolencia. En este sentido tengo que decir que le falta proyectar un poco más la voz, pues su monólogo -a ratos casi susurrante- se perdía por momentos haciendo casi ininteligibles sus líneas, aunque para ser honesto no sé si atribuirlo a él mismo o a la acústica de la sala. En lo demás, aunque bajo de estatura, tiene un físico armonioso y atractivo, lo que hace plenamente creíble que su personaje inspire los deseos de un efebófilo.
Respecto de Iñigo Urrutia es poco lo que se puede decir, ya que sólo se escucha su voz grabada, lo que es una lástima, ya que aparte de ser visualmente atractivo, habría sido ideal ver en directo el despliegue de sus medios actorales, y aunque la forma en que se las ingenia el resto del elenco para suplirlo es por demás ingeniosa, el montaje se percibe de todos modos algo cojo con esta ausencia forzada.
La participación de Antonia Zegers es claramente una ausencia no forzada y a mi juicio cumple a cabalidad con su objetivo, demostrando su oficio habitual. Mérito para el resto del elenco también, que logra una concatenación perfecta con el parlamento grabado con anterioridad.
Con Eduardo Paxeco me van a disculpar, puesto que no puedo en caso alguno ser objetivo. En efecto, soy un fan casi incondicional de Paxeco y es difícil que encuentre que hace algo mal en esta vida. Sólo quiero destacar, por lo intensa, la parte de sus líneas en que las que se alude a la creación del mundo, y en particular ese concepto de la bipolaridad de Dios. Interesante, más de alguna vez lo he pensado también.
Los temas son intensos, actuales, y aunque la obra quizá no esté dirigida a un público masivo, el ambiente intimista que se da en el Salón Blanco es el apropiado para que se dé una adecuada química entre actores y público, que entiendo es uno de los objetivos de este tipo de montaje, lo que a mi juicio se logra con creces.
Espero poder asistir al próximo montaje que este talentoso grupo de valores jóvenes ofrezca. Sin duda nos volverán a sorprender.

minimale dijo...

Gracias por el comentario y nunca es demasiado tarde para decir lo que se piensa de un trabajo.